La Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) suspendió una ambulancia de la Benemérita Cruz Roja, luego de entrevistar a Sergio Carrasco Ruíz, Titular de la directiva de la institución, la preocupación amainó pues su voz y su sonrisa de tranquilidad refieren que no hay de qué preocuparse.
Efectivamente, yo no tengo de que preocuparme, yo no trabajo en esa institución, lo lamentable para el gremio laboral de la benemérita es la crisis económica que desde diciembre causo alerta roja, que si bien es cierto el propio Carrasco Ruíz reconoce que operan siempre con números rojos, es de pensar en proponer un relevo para buscar alguien eficiente que aplique las oportunidades y zanje esa crisis económica en la que pese a tener hasta cuatro contadores en la administración, no haya recursos suficientes para insumos y gasolina.
De tal suerte que los propios socorristas deban pagar de su bolsa sus herramientas de trabajo, que no cuenten con condiciones óptimas en materia laboral, toda vez que si bien es cierto tienen la prestación de seguro social e Infonavit, de un salario de 1400 pesos quincenales en jornadas de 24 por 24 y sin hora de comer, amén del deterioro de las instalaciones de la institución, ubicadas en el patio del ferrocarril de San Martín. Se habla de una desbandada de socorristas que aun con adeudos van a buscar otros derroteros laborales ya que, en la Cruz Roja, parece que no hay para cuando les pague, su de por sí, raquítico salario.
A 9 años de ser titular de la benemérita institución, Sergio Carrasco presume que en los últimos 4 años han crecido y con la apertura del hospital de la Cruz Roja, desde hace dos años, su calidad, su gabinete de imagenología y la capacidad del personal médico son bonanza pura, de tal suerte que ante los retrasos en los pagos de servicios subrogados, se reubican los presupuestos de un lugar a otro para resolver los adeudos pendientes, no obstante sabemos que hay acreedores desde marzo que esperan la liquidación de sus servicios.
También sabemos que en diciembre la crisis asomó entre el personal médico que no contó con la corresponsabilidad de la institución para responder al trabajo desarrollado.
Viene a mi memoria la época en donde don José Yamak picó piedra para conseguir las quijadas de la muerte, para capacitar a su personal voluntario, para tener, decía en sus entrevistas, personal de 24 quilates, para estar a la altura de la primera hora del accidente, en referencia a que durante la primera hora se rescata o no la vida de un accidentado.
Más lamentable resulta el caso, porque se ha dicho que en la familia Carrasco Ruíz estaría el sucesor del actual gobierno municipal, ¿qué pasaría si no entrega buenas cuentas en la institución? Esperemos que la rueda de prensa anunciada para la presente semana deje en claro que no hay tal crisis, pero no en un pronunciamiento, sino en los hechos, porque pareciera ser, también, que, en cascada, la voluntad anónima quiere engrosar las líneas de la modesta tecleadora, con testimonios que piden la gracia del anonimato, pero que ofrecen sustento a sus argumentos. Al tiempo.
En el caso de San Martín y su secuestro por los actores de los desencuentros, poco hay que decir, nada que no se haya manifestado por algunos voluntarios opinadores, pero que en realidad poco abona con propuestas y soluciones.
La toma del Palacio Municipal, hará historia, ya que es la primera vez en la historia, que yo recuerde, que sucede algo así. Tardía llegada de la dirigencia estatal del PT para arropar al edil, y poco creíble la argumentación de Zeferino y del diputado local que parecían confundidos y desorientados con sus argumentaciones el pasado viernes, pero se les concede el beneficio de la duda y esperaremos a ver su capacidad de interlocución con el gobierno del estado para destrabar el conflicto de marras.
Mientras tanto la burocracia y los regidores continúan disfrutando de sus vacaciones que ya juntaron 15 días de bonanza, sin que se vea que realmente apoyen a su líder en busca de reconstruir la desdibujada figura de la institución que permanece en los pies de un grupo de comerciantes, que, con sus muy respetables argumentos, como justicieros vengadores, decidieron tomar la espada en sus manos, argumentar sus razones y perjudicar la de por si lastimada gobernabilidad.
Gobernabilidad en la que la seguridad pública está más que cuestionada, al cierre de este comentario llegó a la redacción de la plataforma informativa Valkiria una copia del acuerdo firmado por familiares de Abel Gutiérrez Cuecuecha, para responder por los daños al parque vehicular de seguridad pública en el desafortunado accidente de la tarde del viernes, del que puede ver el lector el momento de la captura en https://goo.gl/3cKZ3I
Desafortunadamente don Abel permanecía incomunicado e internado, poli contundido por la golpiza de los tránsitos y sin una respuesta legal, pese a que él respondió asumiendo los gastos, los altos mandos de seguridad pública de San Martín ¿dormían? O el Comisario Jungla estaba vigilando ¿cómo pasaban las camionetas misteriosas con sus bidones? ES PREGUNTA.
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